A partir de enero, la provincia de Buenos Aires sufrirá un aumento del 56% al impuesto inmobiliario, a raíz del revalúo fiscal para actualizar el valor de las propiedades. Con este incremento, pasará a igualarse la cotización fiscal que tienen los inmuebles a los precios de mercado, según un trabajo conjunto realizado por los operadores del sector y los municipios.
La actualización de montos traerá aparejado que muchos inmuebles de clase media que hasta ahora no pagaban el impuesto por Bienes Personales ahora tendrán que hacerlo y aportar al fisco. El mínimo no imponible de este tributo para 2018 es de $1.050.000, una suma a la que se llega rápidamente si se cuenta con una propiedad y un automóvil.
La revaluación fiscal tendrá un impacto sensible en la recaudación, ya que hasta diciembre, por ejemplo, un inmueble en El Palomar con una superficie edificada de 174 m2 contaba con una valuación fiscal de 260.000 pesos. Desde este mes, para ARBA la cotización de ese bien es casi 10 veces mayor, de 2.000.000 pesos.
El tope de suba para el impuesto inmobiliario para viviendas cuya valuación no supera los $2.500.000 es del 60%, las viviendas cuyo valor supera esa cifra tendrán un tope del 75%. Por su lado, aquellas entre $1.088.000 y $587.000 sufrirán un aumento de hasta el 50%. Las que tengan una valuación fiscal inferior a $587.000 tendrán un aumento no mayor al 40% en las cuotas del impuesto.
Según marca la ley, el revalúo urbano se implementa cada 10 años. El último se había hecho en 2005, pero en 2015 la anterior gestión no lo hizo. Tras el cambio de autoridades con las elecciones de aquel año, la gobernadora María Eugenia Vidal postergó la actualización hasta el ejercicio vigente, dada la delicada situación económica que atravesaba el país en 2016.
Este trabajo técnico fue llevado adelante por la Agencia de Recaudación bonaerense (ARBA) junto a los municipios y sus concejos deliberantes. También se consultó a referentes inmobiliarios de la zona para adecuar el valor del terreno y las edificaciones, con la intención de que el tributo se adecue a los precios de mercado de las propiedades. A la hora de declarar Bienes Personales, es común que los contadores tomen el valor fiscal que aparecía en las boletas de ARBA como referencia.
Los bienes que quedaron por fuera de la revaluación catastral son aquellos sujetos a la que se realiza sobre la tierra rural, ya que la última se concretó en el año 2012. Faltan cuatro años más para que se avance nuevamente en esa tarea.
Sin embargo, se aplicará un reajuste para el inmobiliario rural cuando se detecten mejoras en los lotes, como puede ser ampliaciones de viviendas, silos o molinos, entre otras. Este aspecto está regulado a través de la resolución 46/17, que fija la nueva “tabla correspondiente a los valores de las instalaciones complementarias, mejoras y plantaciones”. Se aplica también desde este mes.
A fin de evitar un impacto menor en los contribuyentes, el impuesto tiene topes en las subas. Según la Ley Impositiva 2018, se fijó un incremento porcentual máximo del 60% respecto del año pasado. Se estima que la suba promedio del Inmobiliario Urbano llegará a un máximo de 41 pesos por mes para la mitad de los bonaerenses.
La recaudación por Bienes Personales en 2017 fue de 22.165 millones de pesos. El Gobierno calculaba una disminución de los ingresos por este tributo del 30% respecto de 2017, ya que la intención es reducir progresivamente la alícuota de tributación. Sin embargo, el revalúo fiscal en el mayor distrito del país y el crecimiento en la base tributaria generarán un contrapeso a la caída estimada en la recaudación.