El saldo comercial argentino registró en abril un nuevo déficit (el decimosexto mes consecutivo) por un total de 938 millones de dólares. El resultado negativo fue 737% mayor al de abril 2017.
Mientras que la estabilidad del dólar durante dicho mes fue un factor clave para la aceleración de las importaciones, las exportaciones se vieron afectadas por la caída de los productos primarios como consecuencia de la sequía.
Los datos fueron revelados en el Informe Económico Mensual elaborado por el Área de Economía del IAE Business School de la Universidad Austral, a cargo de Eduardo Luis Fracchia, que elabora el Informe Económico Mensual.
Entre otras consideraciones, el análisis destaca principalmente que este período de recesión corta una buena racha de siete trimestres de crecimiento. Se especula que el crecimiento volverá en 2019 de forma moderada.
La intervención del BCRA generó una merma importante en las reservas internacionales. Desde principios de mayo hasta mediados de junio, las reservas se contrajeron 7.650 millones de dólares, totalizando al viernes 15 de junio los 48.973 millones de dólares.
En cuanto a la economía argentina, el déficit comercial volvió a expandirse fuertemente. En abril, creció 737% respecto al mismo mes del año pasado. Las exportaciones crecieron 6,2% y las importaciones 22,7%.
Por otro lado, el saldo comercial argentino registró en abril un nuevo déficit (el decimosexto mes consecutivo) por un total de 938 millones de dólares. El resultado negativo fue 737% mayor al mismo mes de 2017. Mientras que la estabilidad del dólar durante dicho mes fue un factor clave para la aceleración de las importaciones, las exportaciones se vieron afectadas por la caída de los productos primarios como consecuencia de la sequía.
Los datos más recientes sobre el saldo comercial con Brasil muestran una marcada desaceleración del déficit. En mayo, la balanza comercial argentina con dicho país fue negativa en 450 millones de dólares, un 28,9% menor que en mayo de 2017. La mejora en el saldo comercial de Argentina con dicho país no sucedía desde junio de 2016.
Sin duda, el retorno al FMI implicó un mayor compromiso de ajuste fiscal por parte del gobierno. Si bien se mantiene la meta fiscal de 2,7% del PBI para este año, en 2019 el déficit debería bajar el 1,4% del PBI, algo que no ocurre desde el año 2012.