Según datos del INDEC, al igual que el mes pasado, volvieron a caer todos los sectores a excepción de metales y automotriz. Sin embargo, 4 sectores mantienen un alza acumulada en el año: metales, autos, minerales y papel y cartón.
La sequía continuó afectando a los sectores vinculados al agro a través de la cadena de valor agroindustrial. La menor actividad del campo resintió a la industria de alimentos y bebidas (-1%) debido a la menor molienda de cereales y oleaginosas (-13%). La caída en la actividad de maquinaria agrícola se reflejó en el desempeño negativo de la metalmecánica (-11%). Por su parte, la menor demanda de agroquímicos, que cayó un 9%, afectó a la industria química en su conjunto e incluso los efectos se trasladaron al sector automotriz, con una caída más acelerada en los patentamientos de pick ups que en los demás segmentos (-13% en el año para las pick ups frente a un 2% para el total).
En cambio, los sectores con buena inserción exportadora crecieron. Las empresas continuaron redireccionando su producción hacia el mercado externo, como fue el caso de metales básicos (+8%) a través de exportaciones de productos no tradicionales. Brasil y otros destinos regionales apuntalaron la producción automotriz (+14%), aunque en este caso los datos adelantados de septiembre (+12%) evidencian una corrección para el próximo mes. Mientras que los sectores abocados al mercado interno fueron los que más cayeron. A los impactos de la sequía y la turbulencia financiera se sumó una caída en la demanda interna por la caída del salario real. Los más afectados fueron químicos (-9% por fibras, plásticos, caucho y productos de higiene), papel y cartón (-3%), edición e impresión (-6%) y textil (-17%).
Perspectivas para los próximos meses
De acuerdo a las proyecciones del Ministerio de Producción y Trabajo, la perspectiva es que la actividad siga cayendo durante los próximos meses, aunque la caída encontraría un piso en el corto plazo.
Los efectos de la sequía se moderarían durante los próximos meses, ante las perspectivas positivas para la cosecha de trigo y el inicio de la campaña gruesa. La consolidación exportadora de sectores con fuertes encadenamientos en el entramado industrial (como metales y automotriz, una vez ajustados los niveles de stock), sumado a la puesta en marcha de las primeras obras programadas vía PPP, implican un piso de actividad sobre el final del año y un comienzo de 2019 con una desaceleración en el ritmo de caída.
El Gobierno busca estabilizar las variables macroeconómicas que le permitan a la Argentina retomar el crecimiento hacia el 2019. El Ministerio de Producción y Trabajo está trabajando con dos horizontes. En el corto plazo, está enfocado en apuntalar la actividad y el financiamiento para capital de trabajo de las PyMEs, en un contexto de tasas de interés altas, necesarias para reducir la volatilidad financiera. Por otra parte, está avanzando en una serie de reformas estructurales para mejorar la competitividad sistémica de la economía, más allá del tipo de cambio, con el objetivo de aumentar las exportaciones de las PyMEs argentinas.