El descenso se dio en un contexto de restricción de liquidez a partir de las altas tasas de interés. Fuerte impacto de la merma en el otorgamiento de créditos a empresas y de la baja de los salarios reales durante el período.
El rubro de industrias metálicas básicas (83,9%) fue el que terminó con una mayor utilización de su capacidad instalada, seguido por Refinación del petróleo (78,9%) y papel y cartón (76,5%), que completaron el podio. Más abajo, aunque por encima del nivel general, cerraron Minerales no metálicos (73,7%), productos del tabaco (71,4%), sustancias y productos químicos (69,1%) y productos alimenticios y bebidas (66,6%). Por debajo del nivel general se ubicaron edición e impresión (59,5%), productos de caucho y plástico (52,1%), metalmecánica excepto automotores (49,2%), productos textiles (47,4%) y la industria automotriz (45,9%).
En este marco, vale recordar que el 59% de las empresas espera una caída en la demanda interna para el período noviembre-enero. De acuerdo con las estimaciones privadas, la producción industrial terminará el año con una caída cercana al 3%. Estas cifras se encuentran en línea con las proyecciones de la Unión Industrial Argentina (UIA), que para este año espera una baja en la producción ligeramente superior a estos niveles. Además, alertó sobre la problemática del empleo, al señalar hace unos días que en los últimos tres años se perdieron unos 107.000 puestos de trabajo, lo que tiene un fuerte impacto sobre los indicadores sociales, ya que el sector fabril es uno de los más intensivos en la utilización de mano de obra.