El derrumbe que registró el primer mes del año en comparación con el mismo periodo del 2018 representa la baja más pronunciada desde que comenzó la contracción de la actividad en las fábricas, informó la Confederación de la Mediana Empresa (CAME).
Según el informe, el sector trabaja actualmente con el 52,9% de su capacidad instalada.
La caída de la producción fue del 4,7% si se la compara con diciembre del 2018. Las bajas más acentuadas en la comparación anual se dieron en “Material de transporte” (-17,7%), “Productos de madera y muebles” (-16,5%), “Calzado y marroquinería” (-15,5%), “Productos eléctrico-mecánicos, informática y manufacturas varias” (-14%), “Productos minerales no metálicos” (-13,3%), “Productos de caucho y plástico” (-10,6%).
En la comparación contra enero del año pasado, el declive se acentúa porque ese fue un mes donde la actividad había crecido 3,4%. En cuanto a la inversión, sólo 22% de pymes manufactureras tienen previsto realizar nuevos proyectos o desembolsos para mejorar su capacidad, mientras que otro 12,4% lo está evaluando.
Según CAME, además bajó la cantidad de industrias con rentabilidad: 30,6% frente al 33,5% de diciembre. En cambio, 31% tuvo rentabilidad negativa y 38% nula. Muchos empresarios continuaron liquidando stocks por debajo del precio de equilibrio para generar liquidez.
“Las perspectivas hacia adelante no terminan de consolidarse: sólo 25% de las empresas cree que la producción de su firma aumentará en los próximos seis meses, en función de cómo vienen los pedidos y el mercado”, explicó el organismo.