Es un decálogo de propuestas que surgió de una jornada con un millar de empresarios y fue entregado en la UIA.
El documento que tendrá esta tarde el gobernador “fue elaborado en una jornada de Planificación Estratégica, por más de 900 industriales de la Provincia de Buenos Aires pertenecientes a ADIBA y a UIPBA”. El objetivo “es sentar las bases para el desarrollo del “Plan Estratégico” que ambas instituciones desarrollarán de forma conjunta con el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires”.
“El objetivo del Plan es identificar los grandes desafíos y establecer los objetivos centrales, las líneas de acción y el portfolio de proyectos estratégicos para recuperar la actividad industrial e impulsar el desarrollo del sistema industrial de la provincia de Buenos Aires, con una proyección de diez años”, destacó el informe en la presentación.
Los industriales buscarán “contribuir en la elaboración y consolidación de políticas y estrategias transversales y sectoriales, de corto y mediano plazo; promoviendo el desarrollo productivo, científico-tecnológico, y humano para aumentar el peso de la industria en el Producto Bruto Interno, mejorar la productividad y la competitividad industrial, impulsar el liderazgo de la industria argentina en los mercados internacionales, crear nuevos mercados, promover la innovación productiva y generar puestos de trabajo directos, elevando el nivel de vida de los bonaerenses y presentando respuestas concretas frente a los grandes desafíos que se nos presentan”.
El contenido del extenso informe fue “escrito por empresarios industriales PyMEs, que gentilmente cedieron su tiempo y esfuerzo para identificar y desarrollar las prioridades de los industriales bonaerenses en cada eje de trabajo”. Una especie de focus group selectivo que dueñas y dueños de fábricas le entregaron a Kicillof.
Uno de los puntos centrales de la agenda de los industriales bonaerenses es el impositivo, en donde coincidieron en pedirle 13 propuestas de corto plazo, y cinco restantes a cumplirse en el mediano y largo lapso de gestión. Entre las primeras está la eximición de “Ingresos Brutos a micro, pequeña y mediana tramo uno, según la calificación del ministerio de Producción”, lo que “generará un oxígeno en función de aplicar esta carga al proceso productivo”.
Además le piden que los agentes de recaudación se concentren “en servicios públicos, grandes empresas y medianas tramo dos”, al señalar que ese trabajo genera una carga administrativa que sólo puede ser costeada por “las empresas de mayor poder económico”.
También pidieron que “el Código de Operación de Traslado (COT) sea un medio de control de transporte y evasión y no recaudatorio que sirva para controlar mercadería”; que se eliminen embargos múltiples y que “el proceso sea supervisado por el Banco Central y que la orden vaya al banco que posee el mayor porcentaje de fondos para realizarlo”; y que “haya medidas preventivas antes de llegar a los embargos”.
El marco impositivo es uno de las cargas más pesadas de las pymes, según surgió del relevamiento, y por eso le piden a Kicillof que implemente una “compensación automática de saldos a favor con deudas”, que contenga además una “acreditación inmediata de saldos a favor con compensación con otros impuestos de ARBA” para que ante un mismo CUIT se pueda “compensar otros tributos”.
“Liberación de saldos a favor, tomando como válidos los saldos a favor de impuestos hasta futuras fiscalizaciones o verificaciones”, señala otro de los puntos, que se complementa con la necesidad de compensar “saldos a favor automática con otros impuestos”, y que “sea inmediata la incorporación de saldos de libre disponibilidad para compensación de impuestos y tributos”.
En el orden de tasas municipales, el pedido es para que el “pago a cuenta del impuesto a los Ingresos Brutos “sea una deducción admitida por el impuesto para amortiguar su impacto en los costos”.
De mantenerse la labor de ser agente de retención y percepción, los industriales piden “que se genere algún beneficio en función de ser agente, dado que hoy solamente tiene carga administrativa”.
Para el mediano y largo plazo, entre otras propuestas está la necesidad de atacar la evasión a través de dos herramientas: la “profundización de las tareas de fiscalización de ARBA poniendo foco en determinados sectores, modernizando los procedimientos de control y los procesos de fiscalización”; y la existencia de “inspecciones con documentación ya informatizada, eliminar las fotocopias y requerir al contribuyente información focalizada que el organismo no tenga en su poder”.