Castagnini señaló que “uno de los temas que mayor impactan en términos negativos es la fuerte presión fiscal y tributaria que recaen sobre las industrias. Ganancias, IVA, Ingresos Brutos más las tasas municipales, generan una estructura de costos altísima que coloca a los productos fabricados fuera de competitividad”.
A esta situación hay que sumarle “que se vieron afectados por los revalúos implementados en los últimos meses y que dejaron inocua la decisión de reducir de manera gradual el peso del impuesto a los Ingresos Brutos”.
Otro de las situaciones que afectan a la industria es la apertura de las importaciones al señalar “que mientras el mundo, aun en los países con economías más ultraconservadoras, cierran sus puertas a los productos importados nosotros las abrimos de par en par para que ingresen. Esto significa claramente el cierre de industrias no sólo de sectores muy sensibles como el textil, calzados y marroquinería, sino que ya ingresan en sectores como el de línea blanca, autopartes, platicos, químicos, etc”.
Más compleja es la situación si además se produce “el encarecimiento del crédito para las pymes industriales generando problemas en el financiamiento del capital de trabajo e inversión productiva para la actividad fabril, debido a la combinación de altas tasas de interés y la desaparición del mercado financiero de las líneas de crédito productivas que deberían estar disponibles hasta diciembre próximo”.
RECONVERSIÓN
Horacio Castagnini cuestionó directamente la política industrial dirigida a las industrias “ya que la palabra pyme no está en la agenda del Gobierno y peor aún, no existe un programa de desarrollo productivo que permita a las industrias bonaerenses insertarse en nuevos mercados ya que no son competitivas, y el Gobierno en vez de generar herramientas de promoción las castiga, planteándoles que son inviables y que se tienen que reconvertir”.
Castagnini sostuvo que “para que (las industrias) se reconviertan, se tienen que generar las condiciones para que ello suceda, como acceso al crédito a tasas racionales, menor presión tributaria, menos ingresos de productos importados que se fabrican en el país, tarifas que no impliquen aumentos exorbitantes en los sistemas de producción”.
Por ultimo señaló que “el Estado debe tener un rol comprometido con el desarrollo de las Pymes, ya que no hay país en el mundo que pretenda crecer y desarrollarse sin alentar el empleo genuino, y el 80% de los puestos de trabajo son generadas por las Pymes, sin embargo en el 2017 según cifras oficiales se perdieron 68.000 puestos de trabajo”.
“Estamos sumamente preocupados por la situación ya que si no se revierte en el corto plazo las pérdidas de industrias nacionales será irremediable e irrecuperable”.
Fuente: Perspectiva Sur